Esto significa que Brasil podrá poner su bandera en el edificio de la embajada nacional. Así protegerá los intereses de Argentina y a los opositores a Nicolás Maduro, si es que quieren quedarse.

El presidente Javier Milei logró que Brasil acepte representar los intereses de Argentina en Venezuela tras el cierre de la embajada en Caracas por la expulsión del cuerpo diplomático decidida por Nicolás Maduro, acusado de un escandaloso fraude electoral. Esto quiere decir que a partir de este jueves Brasil tiene el derecho de poner su bandera en el edificio de la embajada argentina y con ello proteger los intereses tanto de la Argentina como de los seis opositores que tienen asilo allí. La líder opositora María Corina Machado agradeció el gesto de Brasil en la madrugada de este jueves.
No es la primera vez que sucede, durante la Guerra de Malvinas, Brasil representó los intereses de Argentina en el Reino Unido tras la ruptura de las relaciones diplomáticas.
Las negociaciones las llevó adelante la canciller Diana Mondino con su par del gobierno de Lula da Silva, Mauro Vieira, y el embajador de Brasil en Buenos Aires, Julio Bitelli. Dado lo vertiginoso de la negocación entre Buenos Aires y Brasilia, Bitelli se manejó con el vicecanciller Leopoldo Sahores. El embajador Sahores es quien está a cargo de los asuntos políticos en la Cancillería.
Con este acuerdo, Brasil podrá ahora representar los intereses y trámites consulares de Argentina en Venezuela. Distinto es el caso de la embajada venezolana en Buenos Aire: Maduro tendrá que elegir qué país los va a representar.
Este jueves, pasado el mediodía en Caracas, la embajada de la Argentina ante Venezuela quedará cerrada y sin personal diplomático porque fueron obligados a salir del país por decisión de Nicolás Maduro. Lo mismo deberán hacer los funcionarios de otros países.
Lo que sucede a esta hora es definir qué va a pasar con los seis colaboradores de la líder opositora María Corina Machado que están asilados en la residencia argentina en Venezuela, decisión que fue avalada por el presidente Milei.
Según detalló Clarín, altas fuentes argentinas y extranjeras confirmaron que la Cancillería negocia con los pocos países europeos y latinoamericanos que pueden darle refugio o asilo a los seis venezolanos que están en la casa argentina bajo cuidados del encargado de negocios de este país, Andrés Mangiarotti, jefe de la misión.
Pasadas las 15 horas de este jueves, Mangiarotti estará volando hacia la Argentina. El funcionario de carrera viaja con un grupo de 14 argentinos al país, porque en total fueron despedidos por Maduro cinco diplomáticos, que se van de allí con sus respectivas familias. Y como la dictadura suspendió a varias líneas comerciales, los 14 se tomarán un vuelo a Lisboa, en Portugal, otro a Madrid, y recién desde ahí pueden volar a Buenos Aires, que no tiene línea aérea directa con Caracas.
La embajadora de Maduro en la Argentina, Stella Lugo, en tanto se fue del país y cerró la embajada de la avenida Luis María Campos el jueves.
Poco antes de la madrugada del jueves, Corina Machado tuiteó para agradecer las negociaciones entre Argentina y Brasil que permitirán el cuidado de sus colaboradores, que si pisan la calle serán detenidos porque hay una orden de la fiscalía contra ellos. Luego de remarcar que el representante brasileño en la OEA reafirmó el principio fundamental de la soberanía popular que debió ser observada el domingo con la verificación de los resultados en las actas, destacó: «Agradecemos al gobierno de Brasil su disposición a asumir la representación diplomática y consular de la República de Argentina en Venezuela, y la protección de su sede y residencia, así como la integridad física de nuestros compañeros asilados en dicha residencia. Esto podría contribuir a avanzar en un proceso de negociación constructiva y efectiva como el que Brasil ha respaldado».
Varios gobiernos, entre ellos Estados Unidos, pidieron un salvoconducto para los asilados venezolanos. «Las amenazas y persecución en contra de los miembros de la oposición democrática resguardados en la embajada de Argentina en Caracas deben detenerse. Hacemos un llamado para la aprobación inmediata de su salvoconducto», volvió a exigir la embajada de los Estados Unidos en Venezuela a los chavistas.
En realidad, la sede no tiene embajador y opera desde Colombia porque la cerraron en una de las múltiples peleas entre Washington y el chavismo en 2019. Entonces, el tuit de la embajada, se leyó como un mensaje de Washington.
Este miércoles, en la embajada argentina del barrio caraqueño de San Ignacio, los funcionarios argentinos se dedicaban al cierre de archivos, comunicaciones y a otros protocolos de seguridad porque, si bien las sedes diplomáticas son inviolables, no descartaban una intervención del régimen venezolano. Además de los nervios, la ansiedad imperaba en la residencia del barrio de Las Mercedes, donde desde marzo están los seis asilados.
Desde el lunes soportan un asedio permanente de patrullas de las fuerzas bolivarianas, y hasta les cortaron la electricidad. El lunes, el asesor de Lula da Silva, Celso Amorim, pidió que no se hostigue a la sede argentina. Sin embargo, ello no dejó de ocurrir.
Cinco de los seis asilados entraron a la residencia argentina el 20 de marzo de este año, y uno de ellos unos días después. Las personas que pidieron refugio son: Magalí Meda, la jefa de campaña de Corina Machado; Claudia Macero, jefa de prensa de la líder opositora y Pedro Urruchurtu, a cargo de las relaciones internacionales de ese espacio político. También están en la delegación argentina Humberto Villalobos, muy estrecho colaborador de Machado y un hombre clave en el grupo; Omar González, exdiputado por Vente Venezuela y Fernando Martínez Mottola, que no responde a Machado pero es una figura importante de la oposición.
La canciller Diana Mondino, que viajó a Washington para estar en el debate por la crisis venezolana del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), estuvo informada en todo momento por quienes llevaron adelante las negociaciones: su vice Leopoldo Sahores; y de Mangiarotti, que debió atender los ánimos de los seis asilados.
El lunes, a través de un comunicado publicado en sus redes sociales, el canciller de Nicolás Maduro, Yvan Gil, exigió el retiro de Caracas de los diplomáticos de Argentina y de otros países de la región que no reconocieron la reelección del dictador en los comicios presidenciales del domingo.
El funcionario del régimen chavista también informó el «retiro de todo su personal diplomático de las misiones de Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay», y anunció la salida de sus propios diplomáticos de esos países.
Ese domingo Milei había tuiteado «Dictador Maduro, afuera!!!». Y recibió fuertes insultos de Maduro y de su canciller Yvan Gil: le dijeron «bicho», «feo», «estúpido», «monstruo», «nazi nauseabundo». Después, para preservar la seguridad de la embajada y de los asilados no respondió los insultos.
