Investigadores de la Universidad Austral y el CONICET validaron una nueva terapia para reducir el daño hepático.
También se observó menor acumulación de radicales libres (ROS), menor infiltración de células inflamatorias y menor expresión de citoquinas proinflamatorias.
En cultivos de tejido humano con falla hepática, el tratamiento disminuyó la necrosis y reguló favorablemente el perfil inmunológico.
A su vez, en muestras de hígado sano, no se detectaron signos de toxicidad, lo cual sugiere un perfil de seguridad alentador.
Como conclusión, el tratamiento redujo casi a la mitad los indicadores de daño hepático en sangre, lo que sugiere que los hígados tratados sufrieron considerablemente menos que aquellos que no recibieron la molécula.
“Lo que vimos fue algo similar a lo que pasaba con los hígados animales: el daño era menor, la inflamación era menor. Y eso le otorga un valor importante, abre una ventana de que en un futuro podamos impactar en tratamientos”, explicaron los científicos.
El descubrimiento fue realizado por científicos del Laboratorio de Hepatología Experimental y Terapia Génica del del Instituto de Investigaciones en Medicina Traslacional (Universidad Austral / CONICET) y recientemente aceptado para publicación en Journal of Hepatology Reports.
El estudio, parte de la tesis doctoral de Bárbara Bueloni, fue realizado bajo la dirección de los doctores Guillermo Mazzolini y Juan Bayo, con la colaboración de Julieta Comin del INTI y el apoyo de la empresa biotecnológica Spectrum.




