La reunión entre pastores y Javier Milei sólo agudizó un síntoma que podría replicarse en la agenda legislativa. Especialistas analizaron el fenómeno, que proyecta continuar su avance.
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Javier Milei se estrecha en un abrazo con el pastor Jorge Ledesma, en Chaco.
Presidencia
El vínculo entre el evangelismo y La Libertad Avanza
A nivel nacional, el recambio parlamentario presentará a dos senadoras y a ocho diputados referenciados con el evangelismo y, salvo una excepción, con el bloque de La Libertad Avanza. “Para tener incidencia en las leyes, había que ir al Congreso”, admitieron a este medio. También hubo celebración desde el sector por la asunción de Diego Santilli al Ministerio del Interior: la exlegisladora Cynthia Hotton forma parte de su equipo de trabajo. “Hay mucha plasticidad para hacer política, pero siempre cerca del poder, porque eso les da acceso a los beneficios del Estado, como licencias en medios de comunicación o reserva en la transparencia de los fondos que recaudan las iglesias”, plantea, por su parte, Ariel Goldstein, autor de los libros “Poder Evangélico” y “La cuarta ola”.
El evangelismo tendió sus primeros puentes políticos concretos en municipios del conurbano gobernados por el peronismo, se aferró a dirigentes de Cambiemos en el 2015 y progresivamente fue tiñéndose de violeta -el vínculo entre el pastor Gabriel Ballerini y los ideólogos libertarios Laje y Márquez es previa a la asunción de Milei-. No sólo hay una oportunidad política: también se ve representado por sus propuestas. “Hay una agenda en común, como el rechazo al feminismo, la oposición al aborto, la reivindicación a la familia tradicional”, enumera Goldstein, quien además apunta a las coincidencias en que el evangelismo “construye comunidad por fuera del Estado y desde el sostén que brindan las iglesias como soporte institucional. En ese sentido van configurando una visión del mundo que en muchos casos tiende a confluir con las derechas radicales”.
El evangelismo en el territorio
Respaldados en su trabajo territorial, agudizan las negociaciones. Así, por ejemplo, el Gobierno nacional designó a ACIERA (Asociación de Iglesias Evangélicas de la República Argentina) como uno de los intermediarios en la distribución de asistencia alimentaria. En las provincias y municipios ese factor se acentúa. En Santa Fe, por ejemplo, el vínculo entre el gobernador y el evangelismo se materializó con el traspaso de la Agencia de Prevención de Consumo de Drogas y Tratamiento Integral de las Adicciones (APRECOD). También quedó claro con la inclusión del pastor Walter Ghione en la boleta del oficialismo local para diputado provincial.
“Es una alianza necesaria que el gobierno provincial decide establecer con un sector que para ellos claramente es estratégico por su fuerte inserción territorial. Es por eso que le da una serie de agencias claves para trabajar en los barrios”, analiza para Ámbito el investigador santafesino Mauricio Manchado, quien publicó “La redención del castigo”, un libro sobre el crecimiento de los pabellones evangélicos en las cárceles, que estima que son entre un 40% y un 50% de todas las que hay en la provincia. En su estudio apela a la idea de un cogobierno en las unidades que le facilita al Servicio Penitenciario la pacificación, a cambio de ceder cierta autoridad. “Establecieron estructuras y roles, les otorgaron una serie de prácticas definidas de antemano y les permitieron gestionar esos espacios con reglas claras, algo que la cárcel históricamente no ha logrado hacer del todo”, señala.
A la hora de plantear las herramientas con las que cuenta el evangelismo para garantizar el orden, Manchado observa “una definición de estructuras bien verticalistas y jerárquicas, con normas contundentes que se le parecen mucho a las carcelaria”. “También hay una suerte de narrativa muy cercana a la idea de la resocialización, sobre todo fundada en la idea del nacimiento de un hombre nuevo, con lo cual te permite desligarte de aquello que sucedió en tu pasado”, expresa y agrega que se suma tanto “un discurso de la salvación que opera bastante bien sobre el que está muy desesperado y no encuentra salida” con la noción de prosperidad: “Mientras estés en un pabellón evangélico, efectivamente van a empezar a pasar cosas prósperas, en términos o económicos, de salud o en términos penales”.
El interrogante que se abre es si estos cogobiernos podrían, paulatinamente, hacerse extensivos a otras áreas y otros territorios, a los que la incipiente militancia libertaria aún no accede. “Es un factor de construcción política fenomenal. Aunque no lo podés ver traducido económicamente de una manera directa, el pastor que va a negociar con algún área del Estado, para que le den un terreno en la zona oeste de Rosario o lo eximan de algún impuesto, tiene un respaldo contundente de ese trabajo extendido en las cárceles y en las familias”, añade Manchado y ejemplifica con un gesto en el contexto carcelario: se eliminó el servicio de capellanía católica en unidades santafesinas. En el 2024, hubo una medida contrapuesta en la provincia de Buenos Aires, cuando se creó la Capellanía Evangélica para la Policía Bonaerense.






