El encuentro convoca a diferentes actores políticos. Cuál es el interés del Ejecutivo en reflotar la mesa de diálogo.
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El Gobierno convocó a la primera reunión del Consejo de Mayo para tratar la reforma laboral
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La CGT definió que Gerardo Martínez sea quien represente a los gremios en el Consejo de Mayo

El Gobierno retoma esta semana el Consejo de Mayo.
Presidencia
Fuentes oficiales confirmaron a Ámbito que el objetivo de reflotar la iniciativa once meses después de su creación, responde a intereses legislativos. En el oficialismo tienen en carpeta, además de la reforma laboral, cambios impositivos y previsionales, y consideran que el Consejo es un buen ámbito institucional para tejer acuerdos. «El Congreso todavía no está conformado de manera tal que los proyectos que nos interesan salgan», reconoció a este medio un funcionario de diálogo directo con Javier Milei, al tiempo que añadió que el escenario electoral tampoco ayuda. No obstante, en La Libertad Avanza creen que es favorable y preparando el terreno para cuando «las condiciones estén dadas».
En línea con esto último, el Gobierno también intentó dar una muestra de buena voluntad días atrás, cuando recibió a una delegación de gobernadores que reclaman coparticipar un mayor porcentaje de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) e impuesto a los combustibles. Tras ese encuentro, el Ejecutivo salió a decir que la petición le pareció «razonable» y se comprometió a volver a recibir a los mandatarios locales con una propuesta.
El lunes, los gobernadores volvieron a reunirse en el Consejo Federal de Inversiones (CFI). Al lugar, el Ejecutivo envió al vicejefe de gabinete de Interior, Lisandro Catalán, y al Secretario de Hacienda, Carlos Guberman. Ambos funcionarios ingresaron al recinto luego de un intercambio previo entre los mandatarios provinciales. Los gobernadores reclaman fondos y obras, y el Consejo de Mayo también será un ámbito desde donde el Gobierno intentará resolver esos reclamos.
En qué consiste el Consejo de Mayo
El acuerdo fue firmado originalmente por buena parte de los gobernadores, con la excepción de Axel Kicillof (Buenos Aires), Gildo Insfrán (Formosa), Ricardo Quintela (La Rioja), Sergio Ziliotto (La Pampa) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego). Basado en 10 principios o puntos fundacionales para las bases de la «reconstrucción» de la Argentina, el texto propone como puntos de compromiso para la unidad nacional el principio de «inviolabilidad de la propiedad privada», el equilibrio fiscal «innegociable» y la reducción del gasto público «a niveles históricos, en torno al 25% del PBI».
Además plantea avanzar en una reforma tributaria para bajar la presión impositiva, rediscutir la coparticipación «para terminar con el modelo extorsivo actual» y un compromiso de las provincias para «avanzar en la explotación de los recursos naturales».
Por fuera de la mencionada reforma laboral, también insta a reformar el sistema previsional para darle «sustentabilidad al sistema», basado en el respeto «a quienes aportaron» y que habilite la puesta en marcha de un sistema privado de jubilaciones. También propone «una reforma política estructural que modifique el sistema actual y vuelva a alinear los intereses de los representantes y los representados» y, por último, «la apertura al comercio internacional, de manera que la Argentina vuelva a ser una protagonista del mercado global».






