El secretario gremial de Adiunne, Alejandro Álvarez, explicó la organización de la movilización convocada para este miércoles en Resistencia y Corrientes, en rechazo a los vetos del presidente Javier Milei a las leyes de Financiamiento Universitario y Emergencia Pediátrica. “Hoy un docente universitario con 10 años de antigüedad cobra 250 mil pesos, ni siquiera llega a la línea de indigencia”, señaló.

El secretario gremial de la Asociación de Docentes e Investigadores de la UNNE (Adiunne), Alejandro Álvarez, dio detalles sobre la movilización convocada para este miércoles en rechazo al veto presidencial a las leyes de Emergencia Pediátrica y Financiamiento Universitario.

“Ahora estamos participando tanto en esta orilla como en la ciudad de Corrientes, nuestras asociaciones de docentes, no docentes, las federaciones estudiantiles y demás de la organización para la movilización de este miércoles que va a ser a la tarde y que, a diferencia de lo que fue el año pasado, esta convocatoria será en las dos ciudades”, explicó en diálogo con CIUDAD TV.

Según adelantó, en Resistencia “la convocatoria será el día miércoles con el punto de concentración a las 17 horas en la plaza Belgrano, en frente a la UTN. El recorrido de la marcha se propone hacer desde la plaza, bajando por la calle Ayacucho hasta el Vélez Sarsfield y ahí avanzar hasta el Hospital Pediátrico, donde se haría una parada y una confluencia con los residentes, médicos, enfermeros y familiares de pacientes del Hospital Garrahan, trabajadores de salud tanto provincial como nacional, que marcharán con nosotros hasta la UNNE”.

Allí, señaló, “se haría un acto central de cierre de la convocatoria que estimo sería alrededor de las 19 y 20 horas”.

Álvarez precisó que la marcha es organizada por la Intersindical Universitaria, integrada por gremios de la UNNE y la UTN, trabajadores no docentes, federaciones estudiantiles y representantes de las instituciones. “Estamos charlando para que se unifique todo y no haya una marcha alternativa que confunda a la sociedad”, afirmó.

En relación a la participación, adelantó que se sumarán también “sectores de educación de la provincia, de salud, jubilados y familiares de pacientes del sector sanitario y estudiantes”, además de la tradicional marcha de jubilados de los miércoles. Los oradores serán “representantes de la universidad, docentes, no docentes, probablemente algunos decanos de facultades de la sede de Resistencia y de salud, junto con otros sectores que también serían parte de esta gran movilización”.

Respecto de las clases, explicó que “en la UTN se van a interrumpir puntualmente porque para ellos es un día de clase normal. En cambio, en la UNNE, por ser el 17 el Día del Profesor, no hay clases ni actividades presenciales. De todos modos, el sector de los no docentes y la parte administrativa sigue funcionando normalmente y las autoridades están definiendo cortar las actividades entre las 16 y las 17 para que también puedan sumarse a la convocatoria”.

Álvarez subrayó que el reclamo no se limita a la coyuntura: “Queremos hacer foco en que no solo se trata del rechazo a estos vetos, tanto para la educación pública como para la salud pública, sino también tener presente la importancia de estos dos pilares de la sociedad argentina de todos, de décadas y décadas”.

El dirigente también expuso la crítica situación salarial del sector: “Hoy un docente universitario con 10 años de antigüedad, dedicación simple, cobra 250.000 pesos. Con dos cargos estaría en 500.000 y ni siquiera llega a la línea de indigencia. Es una situación que hace que uno se replantee qué actividad laboral tomar para poder llevar el pan a la casa y pone en crisis a la universidad”.

En ese sentido, sostuvo que “el presupuesto no es solo lo que va al funcionamiento de las universidades, que hoy están en un estado crítico y que ya hay universidades que deben reducir las bandas horarias de clases para que el gasto en electricidad y demás sea reducido al mínimo. Lo salarial afecta muchísimo, y la pérdida de recursos humanos y de profesionales que se formaron durante muchos años en las universidades, hoy están emigrando a otros lugares para una situación mejor. Es tristísimo”.