El ministro de Economía y Producción de Tucumán participó de una cumbre de desarrollo productivo en Chile, donde dialogó con Ámbito. Pidió aprobar la «ley de leyes» en el Congreso y se mostró abierto a discutir la reforma laboral y de la coparticipación.
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Daniel Abad defendió la «normalización» de la economía y llamó a aprobar el Presupuesto 2026.
D.A.: Lo decimos y lo repetimos cada vez que nos preguntan: Tucumán es una provincia que no tiene ningún recurso extractivo, por lo que no va a recibir regalías de ninguna naturaleza. Además, es una provincia chica, de 22 mil kilómetros cuadrados, el 10% de lo que es Santa Cruz. No podemos extender la frontera agrícola porque no tenemos espacio. Nos estamos dedicando a varias cosas. Primero, la vista está puesta en los biocombustibles, como el bioetanol de caña de azúcar, que tiene un gran desarrollo. Somos los primeros productores del país. Después, en economía del conocimiento, somos pioneros en inteligencia artificial en las escuelas. Tercero, estamos apostando mucho e invirtiendo en infraestructura para el turismo.
P.: Es una hora muy particular en el vínculo entre Nación y las provincias, ¿qué requiere hoy Tucumán del Estado?
D.A.: Hoy tenemos un feedback en el sentido de que hacemos obras con recursos propios y ellos nos facilitan algunas obras con recursos nacionales o del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Por ejemplo, el acueducto Vipos, que va a triplicar la cantidad de agua que se va a potabilizar y enviar a la ciudad, es una gestión de Nación con el BID. Ese es un ejemplo muy concreto. Otra gran obra es la remodelación del aeropuerto; era un aeropuerto muy viejo, que terminó siendo chico para la conectividad que buscamos. Hay una serie de obras más en la que nos estamos combinando. La verdad es que tenemos buen diálogo con la Nación. Después, estamos todas las provincias con los mismos problemas generados por mirar solamente a la macroeconomía.
P.: ¿Qué le interesa que se plasme en el Presupuesto 2026 nacional?
D.A.: Primero que se apruebe. Si no, le da discrecionalidad para hacer lo que quieran con el Presupuesto. Hay algunos ejes, como universidades, discapacidad, jubilaciones, que llegan con incrementos por arriba de la inflación. Algunos no están conformes con eso. Lo que sí, no hay mucha obra pública en ese sentido. Primero queremos que se lo apruebe y ahí vamos a ver cómo se normaliza. A partir de la normalización de la economía, tiene que haber un proyecto más integrador. Las provincias manejamos solamente la política fiscal; la Nación maneja la política fiscal, cambiaria y monetaria. Las provincias poco tenemos que ver con eso. Bienvenidas sean las discusiones en material laboral y de coparticipación federal, siempre y cuando no se corten ni retaceen los ingresos que actualmente tienen las provincias.
P.: Parte de esta encuentro giró en torno a la idea de crear un banco nacional de desarrollo. ¿Lo entusiasma esa iniciativa?
D.A.: Sí, claro, es una muy buena idea. Nosotros tuvimos una mala experiencia. Ya tuvimos un banco nacional de desarrollo, que se llamaba BANADE y que se cerró en la década del 80. Es una muy buena idea, porque siempre ha y que copiar de los países que hacen bien las cosas. El BNDES de Brasil es un muy buen ejemplo.





