DENUNCIAN AL CANDIDATO DE MILEI A LA CORTE SUPREMA POR PLAGIO Y USO DE LA IA EN UN LIBRO

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El presidente del Tribunal Fiscal de la Nación, Miguel Nathan Licht, candidato del gobierno de Javier Milei para ocupar una de las vacantes en la Corte Suprema de Justicia, fue denunciado ante el Consejo de la Magistratura por publicitar como obra propia un mamotreto elaborado, al menos en forma parcial, con Inteligencia Artificial, repleto de errores y citas inventadas. El abogado formado en las universidades de Belgrano, Austral y del Salvador, quien defendió públicamente al presidente por la criptoestafa Libra, admitió en un posteo en la red X “la desprolijidad, el apuro y hasta alguna intervención poco feliz de la IA”, lo que no le impidió reivindicar su “honestidad intelectual”. La presentación ante el Consejo la hizo el periodista y denunciador serial Fernando Míguez, quien recordó que “no es la primera vez que Licht fragua información”.

El libraco de más de mil páginas en dos tomos se titula Tratado de Interpretación Constitucional. Aportes de la Halajá (ley judía) en la interpretación jurídica, y su aparición parece ser todo un guiño hacia el jefe de Estado, quien no oculta su deseo de poder convertirse al judaísmo.

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Obra maestra

Licht se apuró a anunciar la aparición de su obra maestra cuando su nombre comenzó a circular como posible candidato del gobierno a ocupar una de las dos vacantes en la Corte Suprema. Con la esperanza de que alguien lo leyera la puso a disposición en forma gratuita, en PDF y como e-book, decisión que algunos portales encomiaron como “un gesto excepcional en un mercado donde los grandes tratados (sic) suelen quedar fuera del alcance de estudiantes y jóvenes profesionales”.

“En el repertorio bibliográfico de esa obra aparecen muchas obras mías… que no he escrito, que no existen”, alertó la semana pasada el abogado Ricardo Ramírez-Calvo. “Por lo que veo en las redes y en esa lista de bibliografía, son muchas las obras fake ahí mencionadas”, añadió. Lamentó que “la pereza y la inercia nos vencen” aunque tuvo la generosidad de no citar al plagiador. Dos días después agregó que “no se usó la IA solamente para ‘expandir’ la bibliografía y darle opciones al lector para ampliar la lectura”, sino que “el libro está lleno de notas al pie falsas, con remisiones a trabajos inexistentes, atribuyendo posturas a autores que nunca dijeron lo que se afirma y con citas de páginas específicas en las que se habla de otra cosa”.

Cuando el escándalo se amplificó en las redes sociales, Licht intentó minimizar su chantada en la misma red X. “En determinadas ocasiones la desprolijidad, el apuro y hasta alguna intervención poco feliz de la IA (sic) pudieron jugarme una mala pasada. Reconozco, a modo de ejemplo, una cita del artículo de (Horacio) Rosatti, que evidentemente necesitaba una revisión más fina”, escribió. Aseguró que su intención “fue aportar, aun imperfectamente, algo construido con honestidad intelectual” (sic).

“En redes sociales comenzaron a divulgarse una serie de irregularidades que atraviesan a los dos tomos del Tratado: imprecisiones, liviandad en el tratamiento de los temas y, fundamentalmente, citas bibliográficas falsas e inexistentes, de lo que da cuenta una nota publicada en el diario La Nación”, destaca la denuncia de Míguez ante el Consejo de la Magistratura.

Entre los libros inventados, figuran dos atribuidos al cortesano Carlos Rosenkratz. “No es la primera vez que Licht fragua información”, pues “entre sus antecedentes se recuerda el haber puesto en su currículum que había salido primero en el concurso para el Tribunal Fiscal, cuando en verdad había sido otra persona (Gustavo Naveira) quien ocupó ese lugar. Para peor, lo hizo en un concurso interno de la Corte Suprema de la que entonces era secretario letrado”, recordó.

Licht se formó en universidades privadas: obtuvo su título de abogado en la Universidad de Belgrano, es magíster en derecho administrativo y especialista en derecho tributario por la Universidad Austral, máster en derecho de los negocios de la Universidad Francisco de Vitoria, y doctor en derecho por la Universidad del Salvador. Desde 2002 se desempeñó como secretario letrado de la Corte Suprema. En 2020 fue designado vocal del Tribunal Fiscal de la Nación y en 2021 Alberto Fernández lo designó por decreto como presidente del mismo.

A juzgar por los antecedentes de plagiador serial de Javier Milei, la noticia del uso de la IA al servicio de los mamotretos jurídicos no sería un obstáculo para su candidatura al máximo tribunal del país.

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