El presidente Javier Milei es una estrella de rock. Durante la campaña electoral del 2023 -y antes también- dio muestras de su frustrada carrera musical. Pero ya no es un músico de sótanos, estaciones de trenes y subterráneos. El león Javier llegó al Luna Park. «El final es en donde partí» . Y esto recién empieza.

El libertario hizo temblar las estructuras clásicas de la política argentina, que estaban somnolientas después de los cuatro años de hippismo de Alberto Fernández, de los sonidos gradualistas pero duros de la mano de Mauricio Macri, y de aquel  ritmo nacional y popular de Cristina Fernández de Kirchner. El Ejecutivo argentino construye una carrera que cautiva a los extranjeros, moviliza a los argentinos –a favor y en contra- y se mueve por los escenarios internacionales como si no le afectara un estallido. «Estalla el mundo» .

Nuestra estrella de rock se alimenta de lágrimas de zurdos y de los flashes de agencias, diarios y revistas de noticias  nacionales e internacionales. La preparación física –recomendada a todos los artistas-  es reemplazada por una intensa actividad en X, entrevistas con periodistas aduladores y discusiones con la casta socialista de España. «Embrollos, fatos y paquetes» .

Por su problema de ego, debe tomar una dosis de críticas cada cuatro horas, pero es una droga peligrosa para su salud, ya que es contraindicada para narcisistas. Y como no le gustan las drogas, no las acepta. Le encantan las pantallas y no le interesa lo que digan, a veces.

Cada presentación del león Javier es un show. La estrella sale a escena y la prensa nacional lo describe como un auténtico argentino que canta lo que la gente quiere escuchar. Los medios internacionales difunden su imagen con duras críticas, pero al artista solo le interesa salir, estar, verse. La fascinación es mutua entre el cantante y su público. Hay una hipnotización que los abstrae del fuego misionero. «El circo romano» .

Un rockero sin ley, pero con «Jefe»

Pasó el 25 mayo, con chocolate y desfiles, pero sin el Pacto de Mayo. Aquel anuncio que proyectó una gran gesta nacional de la casta, convocada por el anticasta, para tener una visión común del país a construir, finalmente no ocurrió.

Ahora, sin fecha, el Gobierno estima que si lo que se dictamine en el  Senado de los proyectos de la Ley Bases y el paquete fiscal se ajusta a lo estructural del original, va a avanzar al recinto para pelear voto a voto su aprobación. Y si todo eso ocurre, ahí recién van a planificar un encuentro. Podría ser el 9 de julio. Es que el procedimiento indica que tras el hipotético aprobado de la Cámara alta, debe regresar a la Cámara de origen, y allí definirán los diputados. Todo eso puede suceder en un mes, por eso se piensa en julio.

«Es insólito que después de cinco meses el Congreso no le haya dado una ley al presidente Milei. No tiene ningún parangón con el resto de los presidentes. Nadie pide cheque en blanco, pero todos han tenido leyes para que tuvieran facultades», reclamó esta semana el ministro del Interior, Guillermo Francos.

El rockero tiene como mánager a su hermana Karina. La llama «El Jefe». Esta semana, Karina Milei, que en los contratos del artista figura como la secretaria General de la Presidencia de la Nación, abrió una cuenta en X. Esto en el rubro de los músicos puede ser de menor envergadura, pero, según el tarot, anuncia la llegada de un poder divino de parte de las Fuerzas del Cielo, el club de fans del león rockero. «A tu lado» .

La banda

Como sucede en todo grupo humano, y la banda que ensaya en la Casa Rosada no es la excepción, hay peleas que empiezan sin un motivo razonable y terminan afectando el equipo de trabajo. Cuando eso ocurre, y en la banda del león Javier ya pasó, el nombre se mantiene, el cantante sigue en su rol y se busca reemplazar a los músicos que ya no están.

Se advirtió lo vertiginosa que está siendo la política argentina: hace una semana se destacó en este espacio el paso sin sobresaltos del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, por el  Senado en su primera defensa de gestión ante los legisladores. Días después trascendió que está en la cuerda floja. «Moscas verdes para el charlatán» .

«Cuando uno gestiona tiene hitos, nuestro primer hito de gestión terminaría con el desenlace de la Ley Bases. La Ley Bases puede salir bien o puede que no salga. Esa situación va a llegar a que, marcado ese hito, nosotros tenemos que hacer toda una evaluación de resultados, queda bajo análisis todo el Gabinete. No Posse solo, todos los ministros. Se revisan todos», dijo el  león Javier en declaraciones a un canal que lo suele consentir.

Los Milei ya tienen planes para el segundo semestre del año. «Si sale Bases terminamos con la primera parte de las reformas estructurales y tenemos que salir con la segunda parte… entra Federico Sturzenegger como ministro. Es un caso 2 + 2 es 4″, afirmó.

El león Javier y «El Jefe» entienden que deben refrescar la imagen del show y eso implica mover algunos colaboradores. Es que se trata de decisiones estratégicas pensando en las elecciones de medio término. Deben posicionar a sus mejores funcionarios para medirlos como candidatos. El vocero Manuel Adorni podría ser uno según el respaldo que tiene del Presidente, porque en el Luna las Fuerzas del Cielo corearon su nombre y ya se planteó como hipótesis en las mesas de periodistas. Aparte, si algo no le sobra a LLA son candidatos. Por eso los de la segunda fila podrían pasar al frente. «2+2=3» .

Banda soporte

El Gobierno quiere armar un «Consejo de Mayo» para que los 10 puntos del Pacto suenen mejor que la primera versión. Si no se afecta el número, lo que si se va a modificar es la composición de la mesa. No va a ser tan exclusiva como plantearon para el Pacto. Ahora la banda de Balcarce 50 quiere que estén ministros nacionales, funcionarios provinciales, empresarios, sindicalistas y representantes de asociaciones civiles.

El Ejecutivo busca involucrar a estos sectores para definir los detalles económicos, fiscales, previsionales y tributarios del acuerdo que fue postergado por el atraso del dictamen de la Ley Bases y el paquete fiscal en el Senado.  «A tu lado» .

Hablando de La Libertad

«Y morir queriendo ser libre, encontrar mi lado salvaje; ponerle alas a mi destino, romper los dientes de este engranaje…», dice la letra de la canción «Hablando de la libertad» , del grupo La Renga. No es cualquier canción es la que el grupo de Mataderos eligió hace más de una década para cerrar sus presentaciones. Milei cantó en el Luna Park dos temas de esa banda, pero «Hablando de la libertad» no estuvo en su repertorio. Todavía no se quiere ir. Igualmente es raro. Raro porque el político argentino tiene a la libertad como bandera. ¿O acaso no la cantó por eso de «romper los dientes de este engranaje»?

Lo cierto es que Milei ya rompió esquemas, bases y estructuras de la política tradicional. Pero todavía, aunque reniegue, sus políticas no tuvieron un solo impacto positivo visible, palpable, consumible.

Le importa tanto su aparición en el resto del mundo que festejó como halago ser tapa de la revista Time , a pesar de la tinta con la que imprimieron duras críticas hacia su gestión. El dato no es menor. Es un ejemplo de posverdad y de cómo prevalece la imagen por encima del contenido -nuestro presente- y, además, es una señal fuerte de un medio de renombre de Estados Unidos, el modelo a seguir del Presidente.  «Vende Patria clon» .

La noche del 22 de mayo, el león Javier cantó Panic Show y El Revelde (sí, así con v) y presentó su libro en el Luna Park. Dos canciones fueron suficientes para dejar sorprendidos a sus funcionarios, a sus votantes, a las Fuerzas del Cielo, a los que todavía no se convencieron pero en breve irán a un comité del león Javier. Es que lo de este político argentino es extraordinario. Gobierna un país, hace stand up, canta, presenta libros, viaja a Europa, Estados Unidos, la Antártida, compra aviones, arma líos, pelea proyectos, se reúne con líderes religiosos y discute por redes sociales. Tiene un estilo maradoniano, va al frente, pero ojo que Diego Armando era habilidoso y lo demostraba, y alguna vez reconoció «yo me equivoqué y pagué».

El contenido es malo y el envoltorio muestra a un economista que se preocupa más por decir que por hacerse entender, más enfocado en los flashes que en reducir el costo de vida y más atento al mundo que a los reclamos de los trabajadores argentinos. Por ahora, como economista, el león Javier es una fabulosa estrella de rock (que solo toca covers). «Me hice cancion» .

Una canción para España

La canción para los colonizadores no sonó en el Luna. Pero se pronunciaron frases alusivas a la discusión que mantuvieron, vía X y medios de comunicación, los presidentes de Argentina, Javier «el león» Milei, y de España, Pedro Sánchez. Como si cada uno no tuviera suficientes  complicaciones en su gobierno, decidieron dar cuerda suelta a un intercambio verbal que fue subiendo de tono con acusaciones y calificativos.

Se trató de opiniones, pero dada las investiduras presidenciales el hecho se agravó y desde Europa dieron muestra de su enojo sacando a su embajadora de la Argentina. Sorpresa. Sánchez hizo una causa nacional las palabras de Milei contra su pareja y pagó caro esa decisión porque la oposición lo cruzó fuerte y lo dejó expuesto en el Parlamento, recordando que agravió a su par argentino y señalando que el rumbo político que busca imitar ya fracasó en Sudamérica. «Blues cardíaco» .

La furia guaraní

«No hay plata», fue la máxima tesis que defendió la Casa Rosada desde el 10 de diciembre. La misma frase se repitió en la casa de Gobierno de Misiones y retumbó en la tupida selva de esa provincia. La sangre guaraní es diferente a la del resto y se notó esta semana en la avenida Uruguay de Posadas. Policías, docentes, trabajadores de la salud pública, yerbateros, empleados de Energía y de otras dependencias provinciales protagonizaron la primera revuelta social de la era Milei. «El twist del pibe» .

Hay un dato insoslayable: los misioneros le reclaman al Gobierno provincial, o sea, al gobernador Hugo Passalacqua, por mejores salarios. Exigen un 100% de recomposición. No hay acuerdo hasta el momento, pero los que están más cerca de conseguirlo son los policías. El resto de los estatales está expectante para ver si pueden imitar el logro  de los uniformados. El reclamo es contagioso y está sumando cifras similares a los casos positivos de dengue.

«El viento que todo lo empuja» , suena en un parlante de los tantos encendidos en la barricada desplegada enfrente del Comando Radioeléctrico de Posadas. «Que sólo el hecho de encontrarte para mí, le da sentido, le da sentido a mi vida», canta un trabajador de la salud, mientras recibe un mate de un policía y acepta un bizcochuelo casero de una maestra suplente.

El reclamo en Misiones es el primer conflicto social en los casi seis meses de gobierno de LLA. El Presidente y «El Jefe» no se meten. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, no dio ninguna orden porque entienden que es un tema interno y que la solución la debe dar Passalacqua. Además, les sirve dejarlos a los misioneros que se arreglen solos porque si no lo hacen,  no sería descabellado que Misiones sea intervenida y quede a cargo un libertario. El poder se construye y se destruye. En ese marco, aparecieron varios carteles en las protestas con mensajes que explicitaban que los reclamos eran al Gobierno provincial, no a Milei. «Oportunidad oportuna».

Misiones es gobernada por un partido de raíz provincial. Es un espacio que le interesa políticamente a Milei por los legisladores que tienen. Sin embargo, hasta el momento no hubo una señal de asistencia económica de la Nación para que Passalaqua calme las aguas.

Tal es la capacidad artística del león Javier que pasa impune por el estallido misionero. El recorte de fondos aplicados a las provincias parece no haber sido un motivo para afectar las arcas de Misiones porque todas las miradas de los manifestantes  apuntan a la casta provincial.

Esos tiempos duros de pelear por dos proyectos para llegar al Pacto de Mayo con los brazos tendidos de la oposición parecen ir quedando atrás. Y de a poco  aquel joven e inexperto libertario dogmático va dejando sus inseguridades en el camino. Milei es genuino. En seis meses se curtió y ante la suspensión del anhelado encuentro con los gobernadores, improvisó un show para seguir llamando la atención y lo hizo. Es disruptivo. Habla mucho -tanto que muchos no tienen tiempo para reflexionar los sucesos-, grita, hace caras raras y cuanto más diferente es al resto más logra su cometido: polarizar. La receta todavía le funciona. Gana la atención del mundo por su excentricidad y porque habla de libertad y economía y confronta con socialistas y con sus referentes. Como dijo el Turco Asís, fue «el animador de la campaña» y animó tanto que llegó porque el resto no ofreció ninguna esperanza, ni alegría, ni recitales. Milei es un entretenimiento permanente. «El rey de la triste felicidad».

El león Javier encandila, cautiva y crece. Quizás no tenga los mismos votos que en el balotaje, pero construye una base sólida a partir de sentar posiciones con seguridad (aunque se equivoque, omita o mienta. Posverdad).  Si el Presidente consigue que sus teorías económicas impacten de manera positiva en las CBU de los argentinos, habrá logrado el mismo despliegue que tiene en los escenarios. Y, cuando eso ocurra, si ocurre, ahí recién él, «El Jefe» y las Fuerzas del Cielo podrán pensar en subirse a otro escenario, pero mientras tanto es mejor que piensen y actúen en lo urgente.