Alí Jamenei, máximo líder de Irán y Abolfazl Shekarchi, portavoz del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas aseguraron que habrá venganza.
La operación nocturna israelí provocó la muerte de ciudadanos iraníes, incluyendo generales y científicos, según confirmó el comunicado gubernamental. Las autoridades de Teherándescribieron el ataque como una demostración de que Israel «no se adhiere a ninguna norma ni ley internacional» y continúa «aterrorizando y fomentando la guerra ante los ojos del mundo».
Irán además declaró que tiene el legítimo derecho a responder al bombardeo, y remarcó que Estados Unidos es «responsable por las consecuencias» del ataque israelí que, según la TV estatal, dejó 50 heridos, incluidas mujeres y niños.
En este contexto, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, le pidió a Israel e Irán «mostrar la máxima moderación, evitando a toda costa una escalada hacia un conflicto más profundo«.
El jefe del ejército de Israel, teniente general Eyal Zamir, había advertido a la ciudadanía que habría represalias: «No puedo prometer un éxito absoluto; el régimen iraní intentará atacarnos en respuesta; el saldo esperado será diferente al que estamos acostumbrados«.
El ataque de Israel provocó grandes bajas de de civiles y también de personal militar, estratégico y científico fundamental como el General Hossein Salami, comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria; el General Gholam Ali Rashid, comandante del cuartel general Khatam al-Anbiya; el Dr. Mohammad Tehranchi, presidente de la Universidad Islámica Azad; Fereydoon Abbasi, ex jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán ; el Jefe de Gabinete iraní Ali Ali Rashid, y el científico nuclear Dr. Friedon Abbasi.
La agencia oficial de noticias iraní IRNA confirmó que «edificios en Teherán han sido blanco de ataques. Varias personas, incluidas mujeres y niños, fueron martirizadas en un complejo residencial«.




