Además de acusar a José Antonio Kast de ser «pinochetista convicto y confeso», el presidente de Venezuela habló del status legal de los venezolanos en Chile.
José Antonio Kast | Nicolás Maduro
Kast, que es un chileno hijo de inmigrantes alemanes, representa al sector más conservador de la política trasandina y su elección dejó al país alineado con otros de la región, y del continente, cosa que Javier Milei no dudó en hacer notar. Y Nicolás Maduro, también.
Mientras Washington pone el ojo (¿y la bala?) en los pretroleros con bandera venezolana, Nicolás Maduro se tomó unos minutos para referirse al status migratorio de miles de venezolanos, los mismos que luego votan en sus embajadas en todo el mundo.
Según el relato urdido esta semana por Nicolás Maduro, el flamante Presidente de Chile «les va a quitar el carro, la casa, las cuentas bancarias y los va a expulsar como que fueran delincuentes» a los miles de inmigrantes venezolanos que eligieron ese país para vivir.
«Señor Kast, tenga cuidado, ¿oyó? Deje quieto a quien quieto está», repitió el mandatario bolivariano.
«La migración venezolana tiene derechos, la Constitución chilena se los debe garantizar», sopesó Nicolás Maduro, sin hacer comentarios sobre los derechos de millones de ciudadanos de Venezuela que migraron en los últimos 10 años al verse empujados por las circunstancias en su país de origen.



