Facundo Manes había denunciado a Santiago Caputo por amenazas durante la apertura de sesiones en el Congreso. La Justicia consideró que el hecho no ameritaba intervención penal.

El cruce político entre Facundo Manes y Santiago Caputo en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso no terminará en una causa judicial. La jueza federal María Eugenia Capuchetti archivó la denuncia del diputado radical, y determinó que se trató de una «disputa política» sin implicancias penales.
Manes había acusado a Caputo, asesor presidencial y hombre de confianza de Javier Milei de haberlo amenazado durante la sesión. Según su versión, el asesor le gritó desde el palco y luego, en los pasillos del Congreso, le advirtió que «ahora lo conocería». Para el diputado, el episodio representaba una presión inaceptable en un ámbito institucional.
No obstante, tras evaluar los hechos y el dictamen del fiscal Ramiro González, la jueza Capuchetti determinó que el altercado no configuraba una amenaza penalmente relevante. En su resolución, argumentó que las discusiones dentro del Congreso, incluso aquellas con tonos elevados o tensiones, forman parte del debate político propio de la democracia.
La magistrada también indicó que cualquier cuestionamiento sobre el comportamiento dentro del recinto debe resolverse por vía administrativa, según los reglamentos internos del Congreso, sin necesidad de recurrir al fuero penal. Esta decisión podría ser apelada por Manes ante la Cámara Federal.
Desde el Gobierno, la respuesta no se hizo esperar. El vocero presidencial, Manuel Adorni, calificó la denuncia de «lamentable» y acusó a Manes de usar el sistema judicial para generar «un show político». Según el portavoz, el diputado radical buscó protagonismo al intentar cuestionar las palabras del Presidente durante la sesión.

