El precio récord del oro hizo que resurgiera el metal precioso como activo de reserva mundial, lo que marcó una de las tendencias financieras más notables de la década.
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Los administradores de reservas están priorizando la durabilidad, la portabilidad y la neutralidad por sobre el rendimiento.
Explican, además que, considerado como una alternativa a las monedas fiduciarias altamente endeudadas, especialmente el dólar, la proporción de oro en las reservas de los bancos centrales ha aumentado más entre las economías de mercados emergentes. China, Rusia y Turquía han sido los mayores compradores oficiales durante la última década. O sea, se fue pasando de los petrodólares a la desdolarización. Es que la crisis financiera de 2008 sacudió los supuestos sobre el orden financiero internacional, así las economías emergentes empezaron a acumular reservas de oro, y hoy, la sostenibilidad de la deuda y la inflación son motivo de preocupación. Como las encuestas del WGC prevén que la acumulación de los bancos centrales continúe, no extrañó ver que el oro superó a los bonos del Tesoro como porcentaje de las carteras de reservas mundiales por primera vez desde mediados de los ´90.
Según los datos de Tavi, después de décadas de dominio del dólar, la tendencia está volviendo hacia el valor tangible donde el 24% de las reservas mundiales ahora residen en oro y el 23% en bonos del Tesoro de EEUU. La señal es clara: los países se están protegiendo no sólo contra la inflación sino también contra la confianza. La deuda es papel. El oro es la prueba. Explican los estrategas que repiten que el péndulo está oscilando desde los petrodólares a la desdolarización. Pero no se trata de una rebelión de la noche a la mañana: es un reposicionamiento global. Un reconocimiento silencioso de que la fe en el papel moneda y la deuda tiene límites. Los bancos centrales ya no buscan rendimientos. Están buscando soberanía. El mundo está recordando lo que tiene peso. Y está brillando. Consideran los analistas. Recurriendo a la historieta de Morty y Rick ilustraron la situación.
Morty: ¡Caray, Rick! ¡Los bancos centrales están cambiando los bonos del Tesoro por oro! ¿Qué significa eso?
Rick: Significa, Morty, que los adultos en la sala acaban de cambiar de «confianza» a «tangible». Cuando el oro supera a la deuda, el sistema básicamente dice: «Prefiero tener una piedra que una promesa».
Morty: Entonces… ¿eso es malo?
Rick: Depende, Morty. Si eres quien sostiene la roca, es seguridad. Si eres quien sostiene la promesa… es temporada de pánico.
Cabe señalar que el oro en lingotes no es un activo de reserva de divisas de los bancos centrales y no se incluye en los datos del total de reservas de divisas del FMI. En cambio, es un activo de reserva que no implica moneda extranjera. Los bancos centrales habían pasado décadas liquidando sus reservas de oro. Pero hace unos diez años, comenzaron a reponerlas.
Según el FMI, las reservas de oro de los bancos centrales han aumentado durante esta década hasta alcanzar 1.160 millones de onzas troy, aproximadamente u$s3,08 billones, en comparación con u$s12,3 billones en reservas de divisas.



