El entrenador falleció luego de luchar varios años contra un cáncer de próstata. El mundo del fútbol llora su pérdida.
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El entrenador tenía 69 años.
El mundo del fútbol se volcó a las redes para enviarle mensajes de apoyo a su familia. Desde Estudiantes de La Plata, el club donde se formó como jugador y debutó como técnico, lo homenajearon con tristeza.
La despedida del fútbol
Tras conocerse la noticia, el mundo del fútbol despidió a Russo y envió sus condolencias a la familia. Desde Boca hasta River expresaron su dolor por su fallecimiento. «Huella imborrable», «protagonista ineludible» y «un guerrero de la vida» fueron algunas de las definiciones que postearon para despedirlo.
«Miguel deja una huella imborrable en nuestra institución y será siempre un ejemplo de alegría, calidez y esfuerzo«, posteó Boca. Rosario Central, por su parte, lo recordó como «Un Guerrero de la vida. Un Guerrero de Central».
Estudiantes de La Plata, club del que surgió como jugador y fue ídolo, saludó a su «hijo pródigo y gloria futbolística de nuestra institución». «Hasta siempre, Miguel querido», lo despidieron. River lamentó su partida y le envió sus condolencias a la familia.
La tristeza y conmoción se extiende en el fútbol argentino, así como el reconocimiento y el cariño por Russo, uno de los hombres más queridos. Una muestra se puede ver en la mayoría de los posteos que marcan el año de nacimiento y el de partida: «1956 – ∞«.
Cáncer de próstata: el diagnóstico de Russo en 2017
En 2017, mientras dirigía a Boca, Miguel Ángel Russo recibió el diagnóstico de cáncer de próstata, una enfermedad que suele detectarse de forma tardía debido a la falta de síntomas en sus primeras etapas. Tras someterse a un tratamiento exitoso en ese momento, logró volver a dirigir y mantener una vida activa, aunque los controles periódicos nunca dejaron de formar parte de su rutina.
Durante esos años, el DT mantuvo su enfermedad en reserva, pero quienes lo conocían sabían que las dolencias del cáncer lo aquejaban. En 2021, una infección urinaria lo obligó a internarse en el Instituto Fleming, y aunque se recuperó, la dolencia nunca desapareció del todo. “El que sabe sobre su salud es uno mismo”, había dicho en una conferencia después de la internación en septiembre de este año, molesto por las especulaciones sobre su estado.
A pesar de los contratiempos, Russo siempre volvió. Lo hizo con Boca, con Rosario Central, con Estudiantes y en cada club donde trabajó.



