PRECIOS DEL VERANO 2026 EN MAR DEL PLATA: CUÁNTO CUESTA COMER UN CHOCLO EN LA PLAYA

Los choclos playeros son una comida clásica en la ciudad de de Mar del Plata, al igual que sus elevados precios.

En una temporada donde el bolsillo manda, el clásico choclo playero se convirtió en el centro de las conversaciones entre reposeras y carpas de la ciudad de Mar del Plata. El snack favorito de la costa argentina muestra este verano una disparidad de precios que obliga a los veraneantes a hacer cuentas antes de levantar la mano cuando pasa el vendedor ambulante.

Según un relevamiento realizado por la Agencia Noticias Argentinas, el costo de disfrutar un choclo con manteca y sal a la orilla del mar alcanza hoy los $7.000 por unidad. Sin embargo, a pocas cuadras de la costa, la realidad económica es otra: en las verdulerías locales, el kilo de choclo —proveniente directo del Mercado Central— se consigue en oferta por $1.700.

Mar del Plata: la diferencia en números

Venta de choclos en las playas de Mar del Plata.

Venta de choclos en las playas de Mar del Plata.

La brecha es notable si se analiza el rendimiento del producto. Según los comerciantes consultados:

  • En la playa: 1 choclo = $7.000.

  • En la verdulería: 1 kilo (entre 4 y 6 unidades) = $1.700.

Esto significa que, por el precio de un solo choclo en la arena, un turista podría comprar más de 20 unidades en un comercio de barrio.

¿Por qué cuesta tanto en la arena?

La diferencia de valores no es casual y responde a la logística del servicio informal y de balnearios. El precio final en la costa incluye factores que el consumidor de cercanía no paga:

  • Traslado y logística: El acarreo del producto hasta la zona de carpas.
  • Bromatología: La conservación y manipulación segura del alimento bajo el sol.
  • Costo de oportunidad: La presión de la temporada alta y la alta demanda estacional.
  • El «plus» de comodidad: El servicio de recibir el alimento listo para consumir sin moverse de la zona de descanso.

Nuevos hábitos de consumo

Para muchos veraneantes, pagar el precio de playa es parte de la «experiencia de vacaciones». Sin embargo, para otros, la magnitud de la brecha está impulsando un cambio de hábito: el regreso de la vianda preparada en casa.

La necesidad de planificar el gasto diario se impone en un verano donde la comparación de precios es clave para que el presupuesto rinda hasta el último día de la quincena.

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