El reclamo porteño volvió a escalar en los últimos meses. La Ciudad sostiene que la Nación acumula una deuda que ronda los $274.000 millones, producto de transferencias parciales o demoradas del fallo de la Corte Suprema que ordenó restituir un coeficiente mayor de coparticipación. A ese monto se suma una discusión de fondo: CABA insiste en recuperar el porcentaje original que regía antes del recorte de 2020, cuando el Ejecutivo nacional redujo el coeficiente del 3,5 por ciento al 1,4 por ciento y derivó recursos hacia la provincia de Buenos Aires en medio de la crisis policial.

En la reunión de este mediodía, Macri le transmitió a Santilli la necesidad de concretar el traspaso de las competencias penitenciarias. En ese sentido, dialogaron sobre las obras en el complejo penitenciario de Marcos Paz, donde está en construcción un pabellón para presos porteños. Los trabajos están en el 80% de la ejecución, según explicó días atrás Sánchez Zinny, y se espera que finalicen en marzo del 2026.

Una vez concluidas podrán trasladarse detenidos de Devoto, que cerrará sus puertas. Además, se prevé lograr un alivio en la situación de las superpobladas comisarías y alcaidías.

Nación-Ciudad: los ejes del encuentro

Luego de lograr la aprobación del Presupuesto porteño tras otorgar concesiones a La Libertad Avanza, el gobierno de Macri presiona ahora a Nación para que se incluya en la hoja de ruta nacional una partida puntual en la que se especifique el cronograma de pagos de la coparticipación, que dé previsibilidad administrativa.

La gestión de Macri también presiona por un acuerdo político que habilite la restitución plena del porcentaje de coparticipación. De acuerdo a cálculos oficiales, Ciudad considera actualmente que Nación debe cumplir con el pago de unos u$s6.000 millones. «Equivalen a la construcción de varias líneas de subte», afirman en CABA.

Pese a haber logrado convertirse en la primera minoría del Congreso, el oficialismo libertario aún no tiene asegurada la aprobación del Presupuesto 2026 por lo que la discusión con el gobierno porteño, atada al apoyo parlamentario, implica una negociación delicada entre dos aliados: LLA necesita respaldo parlamentario del PRO, mientras que el macrismo requiere de los fondos para tener mayor previsibilidad.

Si bien en la Casa Rosada reconocen la legitimidad del reclamo, las conversaciones previas con el ministro de Economía, Luis Caputo, dejaron más gestos de buena voluntad que propuestas concretas, panorama que se repitió este mediodía aunque con diferente interlocutores.

Macri acudió a la reunión con Santilli en busca de busca de ordenar la discusión y de medir hasta dónde está dispuesto a avanzar cada actor. La Ciudad llega con un reclamo sólido y un presupuesto superavitario, pero con limitaciones por el incumplimiento de la coparticipación. En tanto que el Gobierno nacional, con una necesidad política urgente y la intención de evitar nuevos conflictos federales mientras encara su paquete de reformas.

Pese a que el encuentro no arrojó un acuerdo definitivo, las partes continuarán el diálogo a través de los equipos técnicos, que retomarán la posta. En las últimas semanas, enviados de CABA se reunieron con Nación para explorar resoluciones. Se espera que las negociaciones continúen por la misma vía. «No hay encuentros agendados por el momento», señalaron fuentes del Gobierno porteño.

De todas maneras, en Uspallata mantienen el optimismo en lograr un entendimiento en el corto plazo, con miras al tratamiento del Presupuesto en sesiones extraordinarias. «Siempre vamos con las mejores expectativas. Veremos ahora con el ‘Colo'», manifestó una persona con despacho en la sede gubernamental.

La aprobación de la hoja de ruta presupuestaria de la Ciudad de Buenos Aires mostró predisposición del gobierno porteño para otorgar concesiones ante los reclamos libertarios. Ahora, ante el reclamo de coparticipación, en Uspallata aguardan que se cumpla a ley de «favor-por-favor», aunque con más argumentos: la deuda de $274 mil millones afecta seriamente a las arcas porteñas.