El FMI aprobó un nuevo desembolso y flexibilizó la meta de reservas, reduciéndola en u$s5.000 millones. Además se pasaron las revisiones de trimestrales a semestrales.
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El FMI aprobó un nuevo desembolso y flexibilizó la meta de reservas que pesa sobre el BCRA.
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En diálogo con Ámbito, Rafael Di Giorno, de Proficio, explicó: «El mercado mal no lo va a tomar, aunque le gusta que se acumulen reservas. Todo gesto que dé el fondo acompaña al Gobierno argentino para el cumplimiento de metas. Lo peor que puede pasar es no cumplirlas y tener que sufrir mucho. Que el fondo tenga tolerancia, es buena señal, pero, reitero, el mercado quiere que haya reservas».
Por su parte, el economista Juan Ignacio Bano, también en charla con este medio, confirmó que esta noticia tiene un impacto neutro, porque si hoy se ve la dinámica de los bonos en dólares, la parte corta de la curva sube levemente, mientras que la larga baja un poco. «Así que la respuesta del mercado ya la tenemos y es que pasó sin pena y sin gloria», opinó.
«Desde mi punto de vista, no se cumplió la meta pero aún así hay «waivers» y todo sigue igual como si se hubiese cumplido, así que la verdad que tampoco es tan valioso. Lo importante fue lo que ya se hizo, el acuerdo, y la magnitud del desembolso, Lo más importante es justamente que se mantenga el superávit fiscal ya que para la nueva revisión faltan seis meses», agregó Bano.
Por su parte, desde el Centro de Estudios Políticos y Económicos (CEPEC) opinaron: «La aprobación refleja la tensión entre el rigor técnico y los plazos políticos: mientras el FMI elogia el superávit fiscal, advierte que las reservas netas (-u$s4.700 millones en junio) se ubicaron u$s3.600 millones por debajo de la meta. Valora el cumplimiento fiscal y la solidez del ajuste, pero advierte sobre los riesgos derivados del calendario electoral«.
Con respecto al «waiver», desde CEPEC creen que «si bien técnicamente justificado, no es menor: sienta un precedente sobre la disposición del FMI a negociar metas incumplidas». «Si el Gobierno se acostumbra a estas flexibilizaciones, los mercados podrían empezar a descontar que el compromiso con el ajuste es superficial, especialmente en un año electoral», alertaron.




