Mar del Plata es una ciudad para todos los bolsillos, solo hay que caminar y estar atentos a los precios para no llevarse sorpresas.
Precios en Mar del Plata en el verano.
En plena temporada de verano en Mar del Plata, los consumos tradicionales de playa exponen una contradicción que sorprende a turistas y residentes: en algunos casos, comer sentado en un restaurante del balneario puede resultar apenas más caro —o incluso más conveniente— que consumir comida sencilla en la arena.
Según un relevamiento realizado en la zona de Punta Mogotes, un pancho cuesta $7.000 y una gaseosa chica $6.000, lo que eleva el combo básico para comer en la arena a $13.000 por persona.
En contraste, en el restaurante de lujo del Balneario 12, una pizza grande más una gaseosa de 1,5 litros para compartir entre dos personas cuesta $18.000. El gasto promedio por comensal queda en $9.000, con el beneficio de consumir sentado, bajo sombra y con servicio de mesa.
Comer en la arena puede costar más que sentarse en un restaurante
La comparación de precios rompe con la lógica histórica de la playa, donde el consumo informal o al paso solía ser la opción más económica.
Hoy, el panorama muestra otro escenario:
- Pancho en la arena: $7.000
- Gaseosa chica: $6.000
- Combo pancho + gaseosa para una persona: $13.000
En cambio:
- Pizza para tres en restaurante del balneario: $18.000
- Gaseosa 1,5 litros incluida
- Costo por persona estimado: $9.000
La diferencia se vuelve aún más evidente al sumar servicios: vajilla, sanitarios, comodidad y atención.
El valor agregado del “sentarse a comer mirando el mar”
Dentro del mismo balneario, otra referencia gastronómica refuerza la paradoja.
Una hamburguesa completa “con todo” cuesta $12.000 y se sirve:
- en mesa
- con mozo
- frente al mar
- en un espacio cuidado
El gasto final queda muy cerca de lo que se paga por un combo simple en la arena… pero con una experiencia claramente superior.
Para muchos turistas, el precio deja de medirse solo por el producto y pasa a evaluarse en términos de contexto, servicio y confort.
Entre la experiencia playera y el cálculo del gasto diario en Mar del Plata
La brecha entre el consumo informal y el consumo “premium” revela un fenómeno creciente de temporada: ya no siempre lo más simple es lo más barato.
El contraste abre el debate sobre:
- el impacto del precio de comida al paso
- la presión de temporada alta
- los nuevos hábitos de consumo en la costa
- y la necesidad de comparar opciones antes de decidir dónde comer
Mientras algunos veraneantes siguen eligiendo la mística de la arena y el consumo rápido, otros empiezan a inclinarse por propuestas con servicio y mejores condiciones… por precios que, en algunos casos, terminan siendo similares.





