El peronismo ve un escenario parejo para las elecciones del 26 de octubre a nivel nacional. Miden que el triunfo en Provincia estará en el orden de los 8 puntos. Siguen cuitas por desdoblamiento. Gobernadores justicialistas, confiados con ganar en sus pagos.
La Justicia Electoral decidió que el recuento de votos sea por provincia
Cuánto cuestan las elecciones y cómo se repartirán los gastos

Axel Kicillof, Cristina Kirchner y Sergio Massa, los actores centrales de la tensa unidad bonaerense.
Agenda y enconos
“No hay demasiado lugar para terceras posiciones, será como decimos nosotros ‘Argentina o Milei’ o como dicen ellos ‘La Libertad avanza o barbarie’, el eslogan que la gente elija, pero acá hay dos modelos de poder en disputa”, expresaba una figura del kirchnerismo. Creen que la debacle del Gobierno que se olfateaba después de las elecciones bonaerenses se calmó con la intervención de Estados Unidos, que tiene valoración positiva en algunos sectores no necesariamente mileístas.
Ese gap en el margen de la victoria bonaerense sigue siendo motivo de discordia. En el kirchnerismo entienden que la remontada es producto del desdoblamiento de Axel Kicillof; de haber unificado, esos 14 puntos se hubiesen arrastrado al score nacional, consideran. Cristina Kirchner sigue viendo como un error la separación de fechas y, de hecho, se lo hizo saber al gobernador en el encuentro sin foto de San José 1111. En La Plata, en cambio, dan por sentado que la estrategia funcionó no solo por la victoria local, sino también por haber dejado grogui a Milei hasta que Donald Trump tomó el mando de la campaña libertaria. Es que, hasta septiembre, nadie creía que el peronismo pudiera ser competitivo en este medio término, así como hace un mes parecía difícil que LLA terminara redondeando una buena elección. El ritmo frenético y los efectos efímeros que modifican el mapa sin cesar.
El desmarque de Kicillof con el desdoblamiento es una de tantas cuitas por resolver el lunes 27, el posterior a la elección. De hecho, una muestra gratis fue la locación del búnker bonaerense para la noche del 26, cuando el Movimiento Derecho al Futuro de Kicillof descontaba que el escenario se montaría en La Plata pero desde el Instituto Patria corrió la versión de trasladarlo a Moreno, donde manda la intendenta K Mariel Fernández. Finalmente, será en La Plata.
Otro de los puntos será el gabinete de Kicillof, aunque en el círculo chico del mandatario salieron en estos días a descartar una rotación de ministros que dejara afuera a los kirchneristas, como Juan Martín Mena (Justicia y Derechos Humanos), Daniela Vilar (Ambiente), Nicolás Kreplak (Salud) y Florencia Saintout (Cultura).
Massa, en tanto, refuerza su rol componedor, de “arquitecto de la unidad”, como sostienen en su entorno. “Está activo, acompañando al peronismo y militando. El mensaje es claro: la lista de Fuerza Patria, la única capaz de construir una alternativa real al modelo de ajuste y entrega de La Libertad Avanza”, mencionaron en el Frente Renovador.
“El peronismo representa una alternativa real. Dentro de esa unidad, con Sergio Massa como líder, el Frente Renovador aporta eficacia y madurez para construir otro modelo”, expresaron, con cuestionamientos a la injerencia de Trump en la campaña local.
Gobernadores: confianza pero sin confiar
El peronismo, además, apunta a ganar en los pagos con gobernadores propios. Tucumán, La Rioja, La Pampa, Formosa, Santiago del Estero. Esta última, además renueva gobernador, con la particularidad de que se presenta el PJ como una suerte de colectora del Frente Cívico de Gerardo Zamora.
En primer lugar, hubo una victoria judicial del PJ este martes para que el Gobierno no difunda la foto LLA vs Fuerza Patria a nivel nacional y solo se exhiban resultados por distritos. Intuían en Matheu la picardía de no contabilizarle los votos de los frentes del PJ oficial que se bautizaron con otro nombre. Hubiesen quedado afuera de la suma, por ejemplo, el Frente para la Victoria de Formosa, Fuerza San Juan o Tucumán Primero, por solo mencionar algunos casos, que se replican en Chubut, Entre Ríos, San Luis o Santa Cruz. Una sonsera semejante a no haberle computado años atrás a Juntos por el Cambio los votos de Cambia Mendoza, por citar un ejemplo. Pero, la opción era plausible, un posible ardid libertario para mostrar una victoria ficticia. A esto se suma, claro, que LLA lleva como aliados a cuatro gobernadores, dos del PRO y dos de la UCR, en un poroteo que capitalizarán los violetas.
Como sea, en muchas provincias donde el PJ se veía derrotado entienden ahora que dieron vuelta el resultado. “Por más que se estabilice la macro con la intervención de EEUU, eso al bolsillo de la gente no llega; y menos en una semana”, explicaban en un distrito peronista.
“Estamos con confianza, pero no confiados”, reflexionaban en el norte. “A nosotros los números nos dan arriba, entre diez y doce puntos. Pero no nos queremos confiar con nada por el hecho de que siempre hay error en la primera vez que se vota distinto. Somos muy prudentes”, agregaron.
En otra provincia PJ graficaban: “En los departamentos que ganamos antes, ganamos ahora. Y en donde perdimos antes, ahora estamos empatando o un punto abajo. Para nosotros es muy bueno”. Algunos distritos como Catamarca o La Rioja eligen además legisladores provinciales, con lo cual tendrán la complejidad de los comicios concurrentes, con la BUP para los cargos nacionales y la tradicional sábana para los locales.





