Por Elena Beatriz Zabala.
El martes 17, los jubilados municipales nos concentramos frente al Municipio de Resistencia, ya casi implorando al intendente Roy Nikisch, por una urgente recomposición salarial.
Pero hoy, en el Día del Jubilado, muy temprano nos desayunamos que no habría nada para los municipales, ni en agosto ni en septiembre, según el secretario de Economía.
Tampoco tendremos aumento, situación que había sucedido en abril.
Este tipo de política cruel que se aplica al personal activo de la municipalidad, redunda en nosotros los jubilados, que siempre somos el furgón de cola del sistema.
Lo creíamos más humano señor intendente, pero parece que todos están contagiados del virus del presidente. Oprimir al más necesitado y vulnerable, al que hoy tiene que elegir entre comer o curarse.
Lo creímos distinto señor Roy, nos ilusionó; consideramos que nuestra lucha por mejorar durante cuatro largos años, había llegado a su fin. Le creímos.
Por favor, piénselo, no tenemos tanto tiempo. Honre primero la deuda con los empleados municipales y después la que dejó Gustavo Martínez con los proveedores.